El aislamiento de los edificios construidos hace más de quince o veinte años suele dejar mucho que desear. Es además este grupo de viviendas la que suele necesitar más reparaciones en sus fachadas, así que… ¿por qué no aprovechar la rehabilitación de la fachada para mejorar el aislamiento?
Cuando nos planteamos intervenir en la fachada de un edificio, una de las partes más costosas es todo el montaje que se requiere para poder realizar la obra: andamios, permisos, cortar calles, protecciónes… ¡en ocasiones es incluso más caro que la reparación en si!
La mayoría de las veces, en una fachada antigua, la intervención consiste en picar y volver a enfoscar con mortero de cemento todas las partes que se han ido deteriorando y que se están desprendiendo. Luego se pinta de manera uniforme y queda como nueva. Pero… ¿cuánto más nos podría costar aislar mejor nuestro edificio?
Lo cierto es que muy poco. En comparación con el resto de la intervención es sencillo y barato mejorar el aislamiento.
Una de las posibles soluciones sería proyectar espuma de poliuretano en toda la fachada, con lo que mejorariamos notablemente el aislamiento y desaparecerían puentes térmicos. Luego se puede enfoscar encima de la espuma y volvemos a tener una fachada igual a la anterior… pero mucho más eficiente.
Otra posibilidad, más cara pero más efectiva, es realizar una fachada ventilada. En este caso se puede aislar mediante espuma proyectada, EPS, XPS o cualquier otro aislante hidrófugo y colocar un revestimiento suspendido de piedra, cerámico o de madera. En este caso el aspecto de nuestro edificio cambiaría y se volvería mucho más moderno y actual. Además sería posible mejorar la eficiencia introduciendo elementos de control solar como lamas o voladizos en la nueva fachada.
Estas intervenciones desde el exterior afectan poco a los vecinos del edificio, ya que no es necesario que los operarios entren a las casas, y no suponen un sobrecoste exagerado cuando hay que realizar reparaciones en la fachada, por lo que es recomendable realizar mejoras siempre que vaya a hacerse una reparación.
Además, una intervención de este tipo revalorizará el inmueble, ya que mejorará tanto estéticamente como en su calificación energética.