A medida que se acerca la primavera, sentimos unas ganas enormes de llenar la casa de flores y disfrutar de la luz y la Naturaleza lo más posible. Esto es lo que debió de sentir la propietaria de esta vivienda muy femenina, apta solo para mujeres, cuando decidió decorarla con la ayuda de Gaby Conde. Tal vez fuera como si una fuerza interior le dijera: “borrón y cuenta nueva” y partir, de ahí, cambió el chip invernal y fue en busca de la luz y el color para cargar de energía esta magnífica casa.
Siguiendo esas premisas, rápidamente comprobarás que esta vivienda modernista de 1905 transmite buenas vibraciones. En ella reside una energía tranquila y cálida que se filtra, como la luz, por todas las estancias gracias a los ventanales y puertas que comunican con el jardín de un patio interior equipado con muebles rústicos y el pavimento de microcemento.
La instalación de tarima de pino pintada de blanco en toda la casa fue una de las modificaciones que se llevaron a cabo. También se pintaron la mayoría de las paredes en color vainilla y el zócalo en verde y, en los mismos tonos, se optó por cubrir con papel pintado otras. Solo algunas pinceladas de rojo y de un verde más vivo que el del zócalo aparecen en el salón aportando cierto aire estimulante. Asimismo, se recuperaron las molduras de los techos que aportan cierta sofisticación y elegancia a la decoración.
Las dos habitaciones de las niñas comparten el diseño, pues se ha aprovechado el espacio inferior de las camas y de las escaleras con cajoneras partiendo de un diseño de “Bona Nit”, tienda de mobiliario y de complementos infantiles, cuya propietaria es la misma Olga.
Por el contrario, la habitación de esta es más romántica y muestra una cama con dosel que se encuentra separada de la zona de estar por unas puertas de cristal en acordeón.
La cocina amueblada con módulos de Ikea, tiene una mesa de madera que hace las veces de isla. Los taburetes de fibra son también de Ikea.
El respeto y amor a la Naturaleza decidió a la propietaria a escoger tejidos naturales, la mayoría de lino, tanto para el salón como para las habitaciones, todos ellos procedentes de su tienda «Bona Nit».
No me diréis que sin conocer quienes son los moradores de esta acogedora vivienda, se puede intuir perfectamente que son mujeres.