Siempre que se aproximan estas fechas y veo los escaparates de las tiendas engalanados con motivos navideños, me entran unas ganas irreprimibles de buscar en el baúl de los recuerdos de casa y empezar a confeccionar manualidades de todo tipo, aunque principalmente enfocadas a los árboles de Navidad y coronas de Adviento.
Así que, decidida a dar ese toque festivo al hogar, comenzaré con la corona, ya que es el primer adorno navideño que se coloca en una casa.
Cuando era pequeña, recuerdo que mi madre, año tras año, colgaba en la puerta siempre la misma corona realizada con espumillón de colores y alguna bola de plástico a juego en el mismo tono. La imaginación no era sobresaliente, pero en esos tiempos no había mucho donde elegir.
Afortunadamente, aquella escasez decorativa ha cedido su puesto a la imaginación creativa de cada uno que, sumada a la variedad de ejemplos que brindan las revistas de papel, además de las numerosas páginas de internet y la amplia oferta de las tiendas de decoración y grandes almacenes, incluso con precios muy tentadores, resulta casi imposible resistirse al deseo de conseguir una corona de Adviento y lucirla más de un mes colgada en la puerta de nuestra casa.
Asimismo, la globalización ha traído consigo que la presencia del árbol de Navidad sea más común en nuestros hogares de lo que lo era hace unas décadas. La cultura anglosajona se instala poco a poco, sin apenas resistencia, en nuestras vidas hasta tal punto que casi ha desplazado a segundo lugar de preferencia los belenes y nacimientos tan arraigados en la tradición religiosa de nuestra cultura latina.
No obstante, me gustaría romper una lanza en favor de estos árboles, además de agradecer el perfume que desprenden si son naturales, y es que resultan tan atractivos porque nos permiten variar su decoración según nos convenga cada año, siguiendo o no las modas que nos dictan los expertos decoradores.
A continuación, te presento algunos ejemplos que pueden servirte para tu árbol navideño. Espero que los encuentres interesantes, originales y atractivos.
Una cosa más. Por favor, si adquieres un árbol de Navidad natural, no olvides comprarlo en maceta con raíz. Pasadas las fiestas, podrás replantarlo en otro lugar para que continúe creciendo.