Abrir el baño al dormitorio es una solución muy cómoda y funcional. Además, gracias a aumentar la continuidad visual, conseguiremos que las estancias parezcan más amplias y espaciosas.
TABIQUE CRISTAL
Una opción perfecta para poder conseguir esa continuidad visual y a la vez mantener el baño cerrado (olores, temperatura…).
TABIQUE OPACO
Si te preocupa la intimidad, esta es una solución más radical. Un tabique que queda abierto por uno de sus laterales (o por ambos), se trata de una opción intermedia entre el baño abierto y el cerrado convencional. Me encanta la idea de la puerta corredera, puedes elegir cuándo quieres un baño abierto y cuándo lo quieres cerrado.
MURETE A MEDIA ALTURA
Opción intermedia entre las dos anteriores. Este murete nos proporciona más libertad y opciones para distribuir el baño, resulta muy útil para situar el lavabo. Además, puede cumplir una doble función y hacer las veces de cabecero.
MOBILIARIO
El mobiliario del dormitorio o del propio baño también puede hacer de elemento de separación, como por ejemplo un armario o el propio mueble del lavabo.
BAÑERA A LA VISTA
Una de las cosas que más me gustan de este tipo de baños es la bañera. Como se suele ganar espacio al abrir las dos estancias, una costumbre muy habitual es separar la ducha de la bañera y dejarla a la vista. Yo no soy muy de largos baños, pero con una de estas bañeras probablemente la cosa cambiaba…je, je.
Como veis, dejar el baño abierto a la habitación ofrece muchas posibilidades distributivas. Como os decía, se puede ganar mucho espacio con esta solución y se aumenta la sensación de amplitud de ambas estancias.
Si tienes un baño pequeñín y no sabes cómo distribuirlo, aquí te dejo un post con las claves para organizar un baño pequeño.
Vía Pinterest.