Llega el momento de trasladar a los más pequeños a sus habitaciones, y estamos en esa época en la que son muy mayores para seguir durmiendo en la cuna, pero pequeños para tener la suficiente autonomía como para estar subiendo y bajando de la cama. Entonces, ¿cuál es la solución?
Pueden ponerse una barreras a los lados, que hace de freno para el niño, impidiendo que se caiga. Pero, y ahí vienen las dudas y miedos de los padres, ¿qué pasa si a mitad de noche se despiertan, se levantan de la cama, no calculan bien, y se caen?
Ahora todo eso tiene solución, y es que llegan las Camas Montessori. Su característica principal es bien sencilla, y es que, estas camas estarán a ras de suelo, por lo que subir y bajar de ellas es lo más sencillo.
Fomentan la autonomía e independencia de los más pequeños, porque, de esta manera, serán ellos solos los que se subirán a ella y se bajarán sin ayuda de sus padres, y ya no está el miedo a que se caigan porque, si lo hacen, tienen el suelo justo a su lado, por lo que no se darán ni cuenta. Por ello, otra de las características de este tipo de camas, es su seguridad. Es muy importante utilizar el colchón adecuado, pues no sirve cualquiera. Pero los especializados, se adaptan perfectamente a la columna de los niños, por lo que no resulta incómodo en ningún momento.
Además, las camas montessori crecerán según lo vaya haciendo tu hijo. Puedes usarla desde los cuatro meses, y, conforme vaya creciendo, la cama irán creciendo con él, y lo irá haciendo en altura.
Desde luego, una manera cómoda y tranquila en la que dejar a los niños durmiendo tranquilamente por las noches, sin que los padres se preocupen por su comodidad, independencia y tranquilidad.