Cambiar distribución eliminando tabiques… o como conseguir una vivienda moderna, renovada, espaciosa y adaptada a nuestro estilo de vida actual.
En las viviendas convencionales, estamos acostumbrados a ver distribuciones en las que se generan muchos pequeños espacios que terminan agobiando. Estas viviendas promovidas por los mercados inmobiliarios dan más valor al número de estancias que a la calidad de éstas.
Aunque poco a poco, cada vez son más los que optan por redistribuir su vivienda, adaptándola a sus necesidades reales, buscando funcionalidad y valor estético.
Una opción, cada vez más utilizada por profesionales como interioristas y arquitectos, es la eliminación de tabiquería en la distribución de espacios. Con ello se hace un ejercicio de síntesis, poniendo en práctica la Filosofía proyectual del gran maestro de la Arquitectura Moderna Mies van der Rohe, intentando llegar a la esencia a partir de la purificación de elementos. Todos recordaremos sus célebres frases “Menos es más” o “Lo importante es lo esencial”, y que mejor ejemplo que su Casa Farnsworth.
Como punto de referencia a este tipo de distribución, también tenemos el concepto Loft. El Loft es una tipología de vivienda que surge en los años cincuenta en Nueva York, por entonces se trataban de verdaderas fábricas o almacenes reconvertidos en el hogar de artistas con escasos recursos, artistas que ocupaban antiguos edificios industriales. El atractivo principal que ofrecían los espacios en estos edificios es que eran lo bastante baratos y tenían una medida suficiente para vivir y trabajar en ellos, máximo espacio a un mínimo coste. Estos hogares-estudio con pocas o ninguna comodidad, son el origen del loft actual.
Sin embargo, hoy en día entendemos el loft como una vivienda de planta libre, diáfana y flexible, convirtiéndose en todo un fenómeno social que se traduce en una forma de vida vanguardista.
Los cambios que ha sufrido nuestra sociedad en los últimos tiempos, hacen que la opción de unificar espacios sea una elección cada vez más aceptada. La disminución de la natalidad, la proliferación de familias monoparentales y ‘singles’, así como la posibilidad de trabajar desde el hogar, son algunas de las razones por las que hoy en día no necesitamos tantas estancias, un estilo de vida diferente, más compatible con los espacios abiertos.
La eliminación de tabiquería requiere un análisis minucioso, tanto del espacio como de las necesidades reales de las personas que lo habitan. Lo primero que deberíamos hacer es un estudio de las necesidades específicas, un organigrama (esquema gráfico) nos ayudará a ver con mayor claridad cómo se relacionan entre sí los diferentes usos y espacios, de esta forma llegaremos a una distribución funcional. En ninguno de los casos podremos obviar este paso, si queremos llegar a una solución práctica y útil acorde a nuestras necesidades.
Este concepto de vivienda rompe con el modelo tradicional, ofreciéndonos algunas ventajas:
· Amplitud espacial. La eliminación de tabiques favorece la percepción global del espacio.
· Flexibilidad de usos. Los límites de los diferentes usos se diluyen y se integran unos con otros, creándose en muchos casos espacios polivalentes. De esta forma, podremos encontrar, por ejemplo, salón-estudio y comedor, e incluso cocina en un mismo ambiente.
El baño es el que generalmente, se suele respetar, aunque también es susceptible de cambios, dejando solo el wc cerrado, por cuestiones de intimidad, y el resto de usos (lavabo y ducha) integrados en otros espacios.
· Luminosidad. La ausencia de tabiquerías entre estancias, favorece el recorrido de la luz que llegara con mayor facilidad a todos los rincones.
· Sensación de libertad. Lógicamente esto es algo subjetivo, consecuencia de la vida en estos ambientes abiertos y flexibles, que nos permiten organizar sin límites ni convencionalismos nuestra forma y estilo de vida.
También es cierto, que no todo el mundo está preparado para este tipo de vivienda, hay personas que no entienden estos espacios o simplemente les resultan incómodos, poco acogedores. Aquí el factor psicológico entra en juego, ya que la falta de compartimentaciones les puede resultar caótico.
Para organizar y dar confortabilidad a estos espacios, tenemos a nuestro alcance muchos recursos, estas son las claves:
1.- Utilizar elementos de mobiliario para realizar separaciones de usos y ordenar visualmente. Son muy útiles, por ejemplo, las estanterías doble-cara, que pueden delimitar espacios dejándolos abiertos a la vez.
2.- Un cambio de solado en una zona ayuda a delimitar un uso sin necesidad de tabiquería. Podríamos aplicarlo, por ejemplo, en una cocina integrada en el salón o también en un baño.
Acristalamiento de zonas, a modo de “pecera”, lo utilizaremos si queremos compartimentar un uso sin sacrificar la amplitud visual.
4.- Para conseguir una separación puntual de usos, podemos recurrir a elementos como paneles correderos, una opción muy versátil que nos permitirá separar espacios o no, según las necesidades del momento.
5.- La iluminación juega un papel muy importante, con un buen proyecto de iluminación conseguiremos zonificar el espacio y crear un ambiente confortable.
En cuanto a las desventajas, algo que se debería tener en cuenta es la climatización. En los espacios abiertos es más complicado llegar a conseguir una temperatura confort, siendo en la mayoría de los casos también más costoso. Sería muy interesante contar con un técnico que nos aconseje convenientemente sobre el tema, para llegar a una solución satisfactoria y asumible.
Lo que sin duda debe hacer todo aquel que decida realizar un cambio de distribución prescindiendo
de tabiques, es ser asesorado por un profesional, interiorista o arquitecto, que le asegure que los elementos que se desean eliminar no son estructurales, es decir que no forman parte de la estructura de la edificación y por tanto al quitarlos la estructura no se verá afectada. Esto se debería tener en cuenta, sobre todo, en construcciones antiguas.
Hoy por hoy, podemos decir sin lugar a dudas que el lujo es el espacio, eliminando tabiques podremos conseguir mejorar nuestra vivienda, ganándole m², haciéndola más funcional y dándole una estética más actual.