Casa de campo en los Pirineos Catalanes, reformada y decorada al estilo nórdico. Con un invierno donde siempre las Navidades son blancas, los dueños quisieron darle un espíritu más escandinavo a su casa del siglo XVIII.
Una profunda reforma se llevó a cabo, los cimentos estaban muy afectados al igual que la estructura. Los propietarios querían conservar al máximo su aspecto original y aprovechar todo lo que pudieran apuntalando y reforzando la estructura antigua y recuperando y reciclando los materiales deteriorados. Las tres plantas que tenía la casa original se transformaron en dos, los dormitorios se situaron en la planta baja y en la superior un gran espacio tipo loft donde se desarrolla toda la vida social y familiar.
Con una decoración sobria pero con un toque rústico, se dejaron los techos con vigas a la vista, paredes de piedra y madera antigua, combinándolos con tejidos naturales, tonos crema, decapados y un sofá en terciopelo rojo, una decoración que se respira en toda la casa.
Muchos de los muebles los hicieron a medida utilizando antiguas piezas de madera de viejas puertas, que ya no podían cumplir su función original. Las han reciclado convirtiéndolas en piezas únicas en las que se evidencia el paso del tiempo. Las vigas más pequeñas se utilizaron en el techo de las habitaciones, como marco de las ventanas, en el espejo del baño o para realizar parte del mobiliario.
¿Te gustaría pasar la Navidad en esta casa?.