Esta casa de campo del siglo XIX dedicada a la explotación agrícola, ha sido rehabilitada por Mestre Paco, Jaume y Paco Cortés. Han conseguido crear una residencia cálida y elegante con un marcado estilo rústico.
La vivienda se encontraba en muy malas condiciones, por lo que tuvieron que llevar a cabo una reforma total. En la que no se pudieron salvar los elementos estructurales originarios de la casa, solo fue recuperada la estructura externa.
La nueva distribución de la casa desarrolla y unifica los espacios para conseguir mayor amplitud y luminosidad. Se utilizaron vanos sin puerta para distribuir diferentes zonas y se abrieron grandes ventanales para que la luz natural inundara las estancias.
Una de las prioridades de los propietarios es que la casa tuviera un sencillo mantenimiento por lo optaron por materiales resistentes. Para el pavimento se decantaron por un suelo prefabricado de cemento que imita a la perfección la piedra de marés.
Una manera práctica de integrar la casa en su entorno natural fue utilizar productos autóctonos: cañizo mallorquín, las persianas típicas de la zona…
La decoración de la casa destaca por sus líneas actuales, materiales nobles y el predominio de los colores claros: paredes blancas, madera lavada o decapada. Para aportar frescura y naturalidad añadieron tejidos en algodón y lino.
Una impresionante casa de campo en Mallorca que transmite un ambiente rústico, cálido y distinguido.
Fuente de las imágenes: Jurnal de design interior