Esta casa de campo, originalmente construida en 1928 está situada en Dinamarca. Ha sido reformada por sus propietarios basándose en las casas nórdicas de Copenhague. Decorada en blanco, con materiales naturales y situada en un entorno precioso, trasmite serenidad y tranquilidad.
Una casa de campo llena de un encanto y una frescura que se siente claramente en cualquier habitación y que deleita con todos sus detalles. El blanco es el color que domina y que contrasta con el color de la madera natural y los accesorios en negro.
Los suelos de madera, con sus nudos e imperfecciones, son el escenario perfecto para los muebles clásicos. Las vigas de madera estructurales son una reminiscencia de las tradicionales casas de campo escandinavas.
El interior es muy luminoso y acogedor, con muchos detalles de estilo rustico. Un ambiente propicio para el descanso.
El estilo nórdico es sencillo, funcional y cómodo, es popular por el uso del blanco y los detalles en colores vibrantes. La madera es el material mas popular, utilizada en muebles y accesorios. Al ser un estilo originario de países fríos, los textiles son una parte fundamental de la decoración. El cuero y las pieles son otros materiales que no faltan tanto en sillas como en sofás, mantas y alfombras.
La decoración nórdica es bastante minimalista, no necesita tener una cantidad de muebles pero sí una función para cada uno. Los cuadros son elementos básicos, ya que aportan color a las paredes. La luz es muy importante, los tonos blancos ayudan a crear un ambiente luminoso y a aprovechar la luz natural.
¡Un refugio perfecto para escapar de la ciudad!