Esta Casa en Formentera está situada en lo alto de un acantilado, en el punto más alto de la isla, La Mola. Disfruta de unas impresionantes vistas al Mar Mediterráneo. En el exterior, el comedor de verano se beneficia de la sombra de los pinos junto a la piscina que es de agua de mar. En la casa se respira una atmósfera relajante y acogedora gracias a la decoración sencilla y funcional.
Las paredes blancas, las vigas vistas de madera y los toques de azul llenan de luz y frescura toda la casa. El mobiliario es austero en consonancia con su entorno; de corte sencillo y líneas rectas que se combinan con muebles de fibra natural.
Para su construcción se usaron materiales locales (barro, cal, piedra, madera). Tiene cuatro dormitorios. El porche se comunica con el salón mediante un gran ventanal.
El baño sigue la misma línea decorativa que el resto de la casa: simplicidad y confort. Los muebles son de obra y el suelo de toba. Es una casa para descansar y compartir con amigos, en un entorno natural y con el Mediterráneo como telón de fondo.
Imágenes vía: El Mueble