Quienes me conozcan a mi, y a Linea R sabrán que poseo una gran debilidad por las casas rústicas del mediterráneo al más puro estilo «cortijo». Es un amor platónico que persigo desde hace años, quién sabe, yo no descarto ningún sueño en mi cabeza.
Con el veranito a la vuelta a de la esquina, y mi futura visita a la «Isla Bonita» no he podido resistirme al ver estas imágenes de esta casa en Ibiza y venir corriendo a mostrároslas.
Detalles evidentes que hacen única a esta residencia se encuentran en cada rincón de la casa.
La piedra como revestimiento de paredes, suelos de hormigón pulido y fresquitos guijarros tampoco pueden faltar.
Madera y textiles naturales son materiales imprescindibles para vestir estos espacios.
