El estilo ecléctico es uno de mis favoritos en la decoración. Consiste en combinar y mezclar diferentes estilos y por eso resulta tan original. ¡Me encantan esas combinaciones rompedoras! Un cuadro modernista con un sillón clásico, una antigua mecedora con una colorida almohada de crochet, o una mesa rústica con unas sillas minimalistas.
La regla de oro para este estilo es que no hay reglas (quizá por eso me guste tanto). La palabra «ecléctico» viene del griego antiguo y significaba «escogido». Por eso el eclecticismo es una especie de estilo mixto, tanto en bellas artes como en decoración.
La decoración ecléctica se caracteriza por no tener un estilo concreto y ofrece unas posibilidades infinitas a la hora de combinar y mezclar. Consiste en ir incorporando elementos, texturas, materiales y colores hasta dar con un resultado totalmente personalizado. Por eso es ideal para coleccionistas o personas a las que no termina de convencer ningún estilo en concreto.
Déjate llevar por tu propio eclecticismo. Las decoraciones de más éxito son casi siempre las que encuentran una pieza central de inspiración. Busca un mueble o un cuadro que te guste y conviértelos en esa pieza central. Busca los complementos en tiendas de segunda mano, «mercados de pulgas» o brocanters, y da rienda libre a tu inspiración.
Con cada cosa de un sitio distinto conseguirás esa mezcla tan especial y única que es la esencia del estilo ecléctico… Y un último consejo: no dejes que la pieza principal se convierta en el centro de la decoración, complementala con otro elemento más fuerte como una alfombra u otros muebles de texturas variadas.
Te deseo suerte con tu experiencia ecléctica y te animo a que, si estás satisfecha con el resultado, nos mandes imágenes para que todo el mundo pueda apreciar tu obra (hazlas en el momento del día con más luz, pero a ser posible sin sol. De esa forma lucirán con todo su esplendor)
¡Feliz domingo!