Situada en una de las emblemáticas calles de Barcelona, esta terraza de 40 metros cuadrados tiene el espacio suficiente para integrar una cocina a medida completamente equipada, una zona de comedor y un espacio salón con pérgola. El objetivo era crear el marco y el ambiente adecuado para celebrar cenas informales y catas de vino con amigos. Así, durante los ocho meses de habitual buen tiempo mediterráneo, esta terraza urbana con cocina se convierte en un dinámico punto de reunión donde saborear los pequeños placeres de la vida.
Cocina completamente equipada. Todos los dúplex presentan generalmente el mismo problema: el suplicio de las escaleras a la hora de organizar una comida. El problema no se plantea si eres de los que hacen una cena al año, pero para los que sí gustan de las reuniones sociales o familiares, pensar en integrar una cocina en cualquier espacio exterior optimiza tiempo, esfuerzo y crea buen ambiente de inmediato. En este proyecto se han integrado armarios de cocina, microondas, lavavajillas, placa de cocción, fregadero y dos neveras. El detalle de una segunda pila, una pieza antigua en mármol, marca el punto visual más estratégico.
Materiales. Para esta terraza barcelonesa, situada frente al estudio en la planta superior de un dúplex, se ha optado por materiales de acero náutico pintado con oxirón por su perdurabilidad, ya que puede resistir inclemencias extremas, y también por la sencillez del acero, su funcionalidad y el contraste cromático que ofrece.
Pérgola semicubierta e iluminación. Está situada al otro extremo de la terraza para no limitar las vistas desde el interior y aprovechar la totalidad del espacio de la terraza sin comprometer la luminosidad del estudio. Con mucho acierto, su diseño incluye una zona cubierta con puntos de luz integrados que se prolonga visualmente a otra al descubierto. Para ganar intimidad, un muro vegetal con jardineras protege el espacio de la terraza vecina y frontal. En la zona de comedor se ha ubicado un banco corrido delante de la jardinera lateral para ganar espacio y dejar un fluido paso hacia las tres zonas: la cocina, el salón y el comedor, las cuales aparecen, a su vez, delimitadas por el diseño del suelo mediante la utilización de grava de mármol verde y madera de ipé donde se ha integrado una línea de puntos de luz.
Este tipo de cocina a medida para terrazas urbanas refleja, en definitiva, la alegría y el saber hacer mediterráneo; me refiero a esa informal y hedonista manera de disfrutar la vida.