El estilo nórdico es una tendencia que nació a comienzos del siglo XX en los países de Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca. Si hablamos de este estilo es inevitable mencionar al pintor y diseñador de interiores Carl Larsson que es uno de los grandes representantes de este estilo.
¿Quieres conseguir que tu cocina se convierta en el centro de la casa, funcional y depurada, pero con un encanto especial? En ese caso, no te pierdas algunas claves que te ayudarán a conseguirlo…
En las cocinas de estilo nórdico el objetivo fundamental es lograr ambientes cálidos y luminosos donde la funcionalidad esté por encima de otros aspectos. Consiguen crear un encanto especial gracias al blanco, a la madera y al amor por los detalles, características que siempre están presentes en este estilo decorativo.
El color que predomina es el blanco una característica común a todo el estilo y que en la cocina no iba a ser menos. Uno de los factores principales es la utilización de los suelos de madera, preferentemente de pino con un acabado natural. Se pueden teñir de color blanco aportando mayor luminosidad. También está presente en mesas, sillas y complementos.
El uso de piezas con encanto muchas de ellas recicladas, muebles versátiles, sencillos, perfectamente integrados con la madera del suelo, aportan un toque rústico.
Un elemento común a todas ellas es la presencia de una encimera o mesa de comedor. La cocina no es sólo el lugar en el que cocinamos, también es un espacio común familiar para comer, estudiar, ver la tele y compartir con la familia.
En las cocinas de estilo nórdico tienen perfecta cabida las modernas placas de cocción de vitrocerámica e inducción, pero estas pueden integrarse en una sola pieza en combinación con el horno, dando como resultado cocinas modernas con un aspecto que recuerda a los viejos fogones. Las placas también se encastran en encimeras y los hornos se colocan en columnas, pero no es extraño encontrar fogones de gas e incluso algunos de leña.
Hay que aprovechar la luz natural, pero, si no la tienes, emplea alguna lámpara colgante sobre los lugares más estratégicos: la mesa de la comida o algún rincón junto a los fogones.
En las cocinas de este estilo no puede faltar una referencia vintage: una pequeña caja de cinc, una cesta de madera envejecida, o unas botellas de leche antiguas ordenadas en un botellero de metal. Y madera también en los útiles: espátulas, cucharas y tenedores de palo o tablas de cortar, que expuestos con moderación ponen su granito de arena creando una decoración limpia y depurada.
Sírvete de una decoración natural, con centros de mesa con flores, fruteros, cafeteras vintage, maceteros blancos, pequeños jarrones, cestas de mimbre… Busca ante todo lo artesanal para, poco a poco, crear tu propia cocina nórdica. ¡Y sin necesidad de grandes inversiones! Si quieres que te asesoremos a conseguir tu cocina nórdica, visita nuestra pagina web: LO