¿Eres esa persona a quien le encanta el color o, por el contrario, lo detestas? No importa cómo te sientas al respecto, pues existen infinitas maneras de utilizarlo para crear una sensación de mayor espacio, estimular un determinado estado de humor o solucionar dilemas de diseño.
En dintelo te ofrecemos un montón de opciones para que escojas el color que mejor se ajuste a tu gusto y decoración.
El gris: en un principio fue identificado como color de tendencia en la moda; sin embargo, parece que últimamente está en declive. Prueba con tonos más oscuros para comedores más dramáticos y utiliza un gris niebla para habitaciones que vayan destinadas al relax y que estén llenas de luz natural.
El rojo: ve más allá del clásico rojo en la puerta de entrada e incorpóralo en las habitaciones. Tus paredes no pasarán desapercibidas o, si no eres tan atrevida, limítate a colocar repartidos algunos cojines estampados o a rayas en el sofá o bien, resérvalo para la cocina donde servirá de estímulo para el apetito .
El rojo es el color del fuego, del amor, de la pasión y de la sangre. En China, este color está asociado con la felicidad, mientras que en Japón está unido al heroísmo. En las culturas occidentales, está relacionado con el sexo y la vergüenza. No obstante, no olvides que, cualquiera que sea la asociación, el rojo es poderoso, estimulante y hermoso.
El rosa: aunque algunos pueden pensar que es la elección perfecta para la habitación de una niña, es cierto también que puede resultar un color sofisticado y adecuado para una adolescente. Los complementos que empleemos contribuirán a dar un aire de madurez al ambiente, aunque, eso sí, muy femenino.
El naranja: Es un color bastante olvidado en la decoración de un hogar; sin embargo, no hemos de olvidar que aporta calidez e incluso disminuye ese acento de vivienda alquilada. Desde el tono mandarina al coral, existe una amplia gama de tonalidades que pueden resultar fantásticas en nuestra vivienda.
El amarillo: Este color es uno de los que hace feliz a la gente casi al instante. Acentúalo con azules vivos en una combinación de colores que se desmarquen de los habituales o réstale intensidad combinándolo con gris o tejidos neutros.
El verde: anímate e incorpora el color favorito de la naturaleza al interior de tu hogar. Vivo, refrescante y atractivo, este color funciona perfectamente en cualquier casa.
El azul: brillante y llamativo en algunos espacios, secundario y relajante en otros, es evidente que este color puede transformar un espacio.
El morado: el morado o el lila no suele ser la primera opción para la decoración de interiores, a excepción de las habitaciones de los niños, pero, si lo utilizamos inteligentemente y sin abusar, puede añadir un elemento de sorpresa en espacios modernos o tradicionales. Además, no debemos olvidar que el color orquídea pantone es el color top para esta temporada.
El blanco: en ocasiones, no abandonar los básicos es nuestra mejor apuesta. No rechaces el blanco por resultar aburrido. Si lo empleas correctamente, es un premio seguro.
El marrón: aunque el beige tiende a llevarse los palos, existe una razón para que este color sea tan popular: Con él, es difícil equivocarse. Emplea un tono más claro para suavizar espacios y atrévete con el marrón chocolate para fusionar elementos.
El negro: el negro no tiene por qué ser usado de manera espaciada. Aunque es oscuro, puede emplearse de la misma manera que un color neutro, pero aportando un aire más dramático a la decoración.