Generalmente, cuando abordamos cuestiones de Eficiencia Energética en edificios, acabamos hablando de la envolvente del edificio y de los sistemas de provisión de energía. Pero existen otros factores como los aparatos eléctricos de uso diario en nuestras viviendas, o la maquinaria propia de cada edificio, que son tanto o más importantes que los comentados anteriormente. De entre todos ellos, uno de los grandes olvidados de siempre, ha sido y sigue siendo el ascensor.
El ascensor es una importante fuente de consumo eléctrico que está presente en el 80% de los edificios actualmente, ya que de un tiempo a esta parte, se ha hecho imprescindible su instalación fundamentalmente por temas de accesibilidad. Precisamente por este motivo, las distintas Administraciones, concienciadas con el tema, han estado promoviendo ayudas para la colocación de ascensores como principal medida para la eliminación de barreras arquitectónicas en los edificios existentes.
Consumo del ascensor
Llegados a este punto, se hace imprescindible el estudio del consumo de los ascensores en cada edificio en concreto. Este consumo va a depender fundamentalmente de 3 factores:
1. El uso principal del edificio: El consumo variará en este caso dependiendo de si el edificio es residencial, sanitario, cultural, administrativo, etc. Esto es debido en gran parte a la frecuencia de utilización del ascensor por parte de los usuarios.
2. Las características propias del edificio: Habrá que tener en cuenta el número de plantas y el número de paradas. En edificios de gran altura, un número menor de usuarios utilizarán las escaleras, por lo que el consumo por usuario se va a incrementar considerablemente.
3. El tipo de tecnología del ascensor: Los ascensores a día de hoy pueden ser hidráulicos, eléctricos de 2 velocidades, eléctricos con frecuencia y tensión variables o bien de última generación (eléctricos con frecuencia y tensión variables, sin engranajes, con motor de imanes permanentes y cintas planas de alta resistencia). Los ascensores de última generación, suponen un importante avance tecnológico en cuanto a Eficiencia Energética se refiere, logrando reducir el consumo de energía en un 60% frente a los ascensores hidráulicos, y entre un 25% y un 40% frente a los ascensores eléctricos convencionales, además de ser mucho más silenciosos.
Gastos colaterales de energía
Existe, además, otra fuente de consumo de energía relacionada con el propio ascensor, y que es la responsable en ocasiones de hasta un 75% de su consumo real; ésta no es otra que el alumbrado. Nos sorprenderíamos si procesáramos los datos de consumo de las bombillas de los ascensores, las cuales, por norma general permanecen encendidas las 24 horas del día, los 365 días del año. Existen métodos para reducir considerablemente este gasto, como la instalación de detectores de presencia que enciendan las luminarias únicamente cuando algún usuario esté utilizando el ascensor, o la sustitución de las luminarias tradicionales por unas de LED. Los ahorros en cuanto a energía utilizando estas tecnologías vienen a ser del orden del 80%-90%.
Entonces, ¿qué he de hacer para empezar a ahorrar dinero en mi comunidad de vecinos desde ya?
Un uso correcto y controlado del ascensor, puede contribuir a que tu comunidad de vecinos disminuya considerablemente las facturas de electricidad, contribuyendo a su vez al cuidado del medio ambiente gracias a la reducción de emisiones de CO2. Pide información acerca de las ayudas que las Autonomías ponen a disposición de las comunidades de propietarios, generalmente denominadas Plan Renove, para sustituir los ascensores por otros de mayor eficiencia energética. Conciencia a tus vecinos sobre las ventajas de sustituir las luminarias tradicionales del ascensor por bombillas de LED, y propón la instalación de sistemas de detección de presencia para el apagado/encendido de dichas luces.
Y no olvides que la mejor forma de ahorrar energía y dinero en cuanto al uso del ascensor se refiere, es usándolo menos. Acostúmbrate a subir y bajar por las escaleras, sobre todo si vives en las primeras plantas, y sobre todo evita llamar a los dos ascensores (en el caso de que tu edificio disponga de ellos) para coger el que llegue primero. Tu salud, tu bolsillo y el medio ambiente te lo agradecerán.