Apasionados de las piezas vintage, la arquitectura decimonónica y aires burgueses… este post es para vosotros. Hoy visitamos la reforma de una maravillosa mansión del siglo XIX en Normandía. ¿Por dónde empezamos? Pues por el tejado, más correctamente por el ático de la casa. Con una increíble decoración pensada para los niños y los amigos de visita.
Según su propietaria Elisa de Bartillat, se respira una un ambiente especial: «Puertas en paredes de madera, antiguos suelos que crujen, un búho ocultado en el techo y que ulula por la noche, el sonido del viento que sopla en las centenarias hayas… Es esta atmósfera especial la que me cautivó desde el primer momento. De hecho, más bien fue la casa la que me eligió a mí…»
En este espacio una vez destinado a los sirvientes, Elisa ha imaginado un escenario atemporal. Ha conservado al máximo los elementos originales y los ha mezclado con su toque personal.Fueron necesarios varios meses para reflexionar sobre esta transformación, porque a Elisa le gusta tomarse su tiempo y esperó hasta encontrar la pieza correcta para el sitio justo, sin prisas.
En su proyecto de diseño de interiores, no desaparecen paredes ni existe un espíritu loft. Elisa ha querido mantener el pequeño tamaño de las acogedoras habitaciones y decorarlas con delicadeza, según la personalidad de cada niño. Los muebles son de madera, los accesorios son pequeños tesoros encontrados en mercadillos vintage y los suntuosos wallpapers de origen british.
Os dejamos disfrutando de esta encantadora mansión.
¡Que las musas os inspiren!
Saludos, Amelia.