Decorar con puertas antiguas puede darle un toque especial a tu hogar. Detalles como sus molduras, cuarterones, herrajes o frisos imprimen carácter y estilo a cada estancia de la casa.
Reciclar muebles y elementos decorativos está más de moda que nunca. Con un poco de imaginación le daremos un uso a la pieza completamente distinto al que estaba destinada.
Podéis buscarlas rastreando mercadillos e incluso contenedores para encontrar estos tesoros vintage que tanto lucen en cualquier ambiente.
Una puerta recuperada es una pieza con un gran potencial. Podemos darle un lavado de cara y reutilizarla en otra habitación, o ponerle unas patas y convertirla en mesa, podemos dar infinidad de nuevos usos a una pieza tan versátil y con tanta personalidad.
Este tipo de decoración la podemos hacer nosotros mismos. Dependiendo del aspecto que nos interese darle a la puerta podemos usar diferentes técnicas. Si la madera es de calidad podemos decaparla (quitar el barniz o pintura) total o parcialmete y dejarla al natural dándole un poco de cera o aceite para protegerla, esto le dará un aspecto usado muy bonito; Por el contrario, si la madera no presenta un buen aspecto, la lijaremos totalmente y después de darle una imprimación la volveremos a pintar a nuestro gusto.
Hay muchas opciones para convertir las puertas antiguas y ver sus espectaculares transformaciones en la decoración del hogar…
En los dormitorios, como cabecero de la cama, es la opción más conocida, aunque no por ello menos interesante.
En los comedores y salas de estar, podemos utilizarlo a modo de cuadro sobre el sofá, como espejo, tablero de organización en el despacho, marco de fotos gigante, elemento decorativo, estantería o usar una mallorquina para clasificar el correo.
También puede servirnos como mesita auxiliar baja o como mesa para comer, si el relieve de los cuarterones no es muy exagerado.
En los vestíbulos nos quedará perfecta combinada con unas maletas antiguas. Si añadimos algún estante será una trasera perfecta para decorar dejando objetos a la vista. También podemos incorporar pintura de pizarra en alguno de los cuarterones para dejar notas y recados en la entrada.
Y ¡cómo no! podemos usarla como puerta corredera. No lo recomendamos para una puerta que vaya a manipularse a menudo, ni para sitios en los que sea necesario un buen aislamiento acústico. Pero si va a usarse eventualmente, y la mayoría del tiempo va a estar abierta, es una solución muy acertada.
Para exteriores quedan perfectas.
¿Te animas a poner una? Espero que estos consejos sirvan de inspiración.
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