Decorar dormitorios pequeños es un reto bastante común, ya que las viviendas son cada vez más reducidas. Os proponemos soluciones para aprovechar todo el espacio sin perder un ápice de estilo.
Para potenciar la luz y ampliar el espacio, apostad por el color blanco, un color que aporta brillo y luminosidad. Recordad que los colores fuertes tienden a empequeñecer los ambientes y, por lo tanto, serán más adecuados para espacios más amplios. Si os decidís porque el mobiliario sea blanco, todavía ganaréis más sensación visual de amplitud.
Si tenerlo todo organizado ya es un gran reto, cuando el espacio es pequeño, aún lo es más. Hay que ser creativo y buscar soluciones para guardar. El espacio de la cama es perfecto para almacenar aquellas cosas que no se utilizan con el cambio de estación. El canapé puede ser una baza importante, ya que se aprovecha los metros de la cama para organizar ropa, zapatos, realizar el cambio de armario.
Incorporar espejos en los dormitorios pequeños es un viejo truco que funciona, ya que, gracias al efecto reflejante, producen una sensación óptica de mayor amplitud. Nunca hay suficientes espejos: a modo de mesita de noche, crear composiciones de espejos sobre el cabecero, utilizar uno grande sobre algún mueble, o bien utilizar un espejo vestidor. Todos son bienvenidos.
Cuando un espacio es pequeño, potenciar la luz es un factor clave. Para ello, debemos escoger textiles livianos para el dormitorio, utilizando como base el blanco o los colores suaves. Si queremos utilizar colores más fuertes, lo podemos hacer a través de algunos detalles como un plaid que dejaremos sobre la cama.
Los armarios más que empotrados, bien escondidos; pintados en el mismo tono que el resto de las paredes de la habitación. Sin tiradores, ni adornos, ni elementos especiales. Puertas lisas que se empasten con el resto de la habitación para no cargar visualmente un espacio pequeño.
Las baldas sobre el cabecero de la cama o a modo de cabecero son ideas de bajo precio y resultado asegurado. En ellas podemos poner libros, objetos que necesitamos tener a mano (libretas para apuntar, gafas para leer, cajas con cremas…) o, incluso, una pinza tipo flexo que aporte un punto extra de luz.
Cuando hay poco espacio, una manera de tener más superficie es utilizar las paredes laterales de la cama para colocar baldas o estanterías ligeras.
El vestuario a la vista con burros (se llaman estos inventos tan geniales que nos dejan cargarlos, de ahí el nombre) con toda nuestra ropa quedan preciosos y, además, son mucho más ligeros visualmente que un armario convencional.
A veces, la mejor distribución no es la más típica ¿Quién dice que debemos poner el cabecero de la cama pegado a la pared del fondo? En la decoración de hoy en día, no hay normas escritas. Todo vale, sobre todo, aquello que nos permite ganar metros. En estudios y viviendas de medidas reducidas hay que buscar soluciones diferentes para ganar amplitud.
¿Qué os han parecido estas ideas para decorar dormitorios pequeños? Si os han gustado y queréis recibir más información, visitad nuestra página web: LO