En esta vivienda construida a partir de una vieja almazara se ha conseguido un ambiente realmente acogedor. Sus líneas limpias y el blanco dominante en el mobiliario están sabiamente compensados por las texturas naturales que los rodean.
Toda la casa tiene una coherente paleta de colores compuesta de tonos suaves. Abundan los materiales naturales como la madera en el suelo y la piedra o el cemento sin tratar. Los elementos metálicos también contribuyen a un excelente resultado en el que se fusiona lo moderno y lo tradicional.
Me imagino sentada en ese sofá, rodeada de amigos o familiares y jugando a ser una perfecta anfitriona. Espacio no me faltaría, desde luego. Las dimensiones son muy generosas tanto a lo alto como a lo ancho, y el magnífico chorro de luz que nos aporta su inmenso ventanal quedaría perfecto en esas tardes de invierno con la chimenea encendida….. Soñar es gratis y te invito a que sueñes conmigo!
