Mucha gente que vive en las afueras de la ciudad, en un chalet con parcela, todavía no dispone de una piscina para refrescarse y aislarse del caluroso verano que nos visita cada año por estas fechas. Quizá tú, que estás leyendo este post, te encuentres en esa situación y estés pensando en mejorar tu jardín con una piscina, pero no te decides ya que no sabes qué tipo de piscina te conviene más. Pues bien, en este post vamos a tratar de explicar brevemente los diferentes tipos de piscina que podrás encontrar en el mercado, así como sus ventajas e inconvenientes.
Piscinas de Hormigón
Método tradicional: Se hacen con el método tradicional. Los muros se realizan de hormigón, del mismo modo que un muro de contención. Son más caras que las prefabricadas, pero mucho más resistentes. Permite un sinfín de acabados siendo los más demandados los acabados con mosaico.
Hormigón Proyectado: El gunitado o hormigón proyectado es un método evolucionado del método tradicional. La diferencia que tienen estas piscinas con respecto a las anteriores, son la diversidad de formas imposibles que se le puede dar a la piscina, ya que la técnica del proyectado permite construir estructuras imposibles sobre las que luego se les proyectará la mezcla de cemento y agua a presión que dotará a la estructura de una gran resistencia e impermeabilidad. Contrariamente a lo que se pudiera pensar, el empleo de esta técnica conlleva el uso de una menor cantidad de hormigón que con el método tradicional.
Con cualquiera de los dos métodos se obtiene una gran resistencia, consiguiendo en las segundas una porosidad menor que en las primeras. Son de alta calidad, y necesitan ser ejecutadas por personal cualificado. El tiempo de ejecución es mayor que el de las piscinas prefabricadas.
Piscinas de Fibra de Vidrio
La obra relacionada con la instalación de este tipo de piscinas, se resume únicamente en la excavación del pozo donde se va a alojar la piscina. Su instalación, por consiguiente se realiza de manera rápida y sencilla, y no requiere de personal cualificado. Son las más competitivas en cuanto a relación calidad/precio, y tienen la ventaja de que no es necesario revestirlas.
A la hora del mantenimiento, también se aprecian menores costos derivados de la menor necesidad de productos químicos para depurar el agua, ya que la fibra de vidrio es un material que no altera la química del agua.
Como desventaja, podemos destacar que al estar formadas por elementos prefabricados, las opciones disponibles en cuanto a forma y diseño son mucho más escasas que en las piscinas de hormigón.
Piscinas forradas con Vinilo de Liner
Son por norma general las más económicas de todas. Generalmente, se realiza una excavación para añadir una estructura de metal sobre la que posteriormente se realizará el revestimiento de vinilo. No obstante, ésta puede que sea la única ventaja, ya que por otra parte, el liner usado como revestimiento, es fácil que se manche, se rasgue o se rompa, por lo que este tipo de piscinas es muy propenso a daños estructurales y/o fugas de agua. El mantenimiento de estas piscinas ha de ser constante, y el vinilo de liner ha de ser sustituido cada periodo de aproximadamente 5 años.