Este elegante apartamento de 145m² es el resultado de una mezcla de pasado y presente que se materializa gracias a la pacífica y armoniosa convivencia entre piezas de mobiliario clásicas, algunas de ellas heredadas y otras adquiridas en anticuarios; de objetos de decoración dorados con otros elementos de diseño más actual, ya sean pinturas o tejidos empleados en tapicerías y cortinajes.
Este tesoro inmobiliario se encuentra en un barrio muy céntrico de Estocolmo, en Suecia, y ha sido un agradable descubrimiento para mí tener noticia de su existencia, porque, a la vista de las imágenes, se me antoja hecho realidad el tipo de decoración con el que en gran medida me identifico.
Me encanta que la luz se cuele a raudales por los grandes ventanales de toda la casa y que el color blanco de algunas de las paredes incida para que la luminosidad sea mayor. Esta característica es muy habitual en los países nórdicos donde las horas de luz durante el invierno son escasas y muy apreciadas.
No debemos desmerecer la calidez que aporta el suelo de madera en algunas estancias, que se ve reforzada por la presencia de valiosas alfombras, ni tampoco la calidad y el género del textil de los cortinajes, tapicerías y complementos de cama –tafetán, terciopelo, damasco…
Destaca también el papel pintado de la biblioteca que coordina perfectamente con la librería lacada en verde y escarlata, con el estampado floreado del sofá y la lámpara del escritorio. Quizá este color tan llamativo sirve de contrapunto entre las dos habitaciones de ambiente más relajado, como es el dormitorio principal donde domina el tono azul en combinación con el crema y el blanco radiante del comedor y el salón en los que el verde claro, pero vivo, cobra total protagonismo.
Frente a toda esta decoración tan personal fruto de la convivencia de piezas de diferentes épocas y procedencia, la cocina y los baños llaman la atención por su diseño totalmente moderno y funcional. En ellos, el acero se hace presente junto con otros materiales cerámicos de fácil limpieza y mantenimiento y accesorios o electrodomésticos de última generación.
¿Coincides conmigo en que la decoración de esta vivienda es cálida, elegante y muy personal? Creo que una pareja encaja perfectamente en ella, aunque sin niños, a pesar de la extensa colección de teddy bears que muestra en las estanterías.