La artista californiana Erika Craig nos pinta sugerentes imágenes de mujeres sumergidas en el agua. Figuras entrelazadas que sugieren mundos oníricos y reflejos de personas reverberando en el elemento madre.
Sus pinturas se caracterizan por la ruptura del color en formas onduladas, ampliando los límites de nuestra percepción y descubriéndonos lo profunda y compleja que puede llegar a ser la realidad si la observamos detenidamente.
Erika establece un delicado vínculo entre el hombre y lo natural en esta apacible serie de retratos subacuáticos. Según dice la propia artista “El agua es fuente de vida, el lugar de origen y un espacio dentro de nosotros mismos donde podemos encontrar la paz”