Fábio Cembranelli, es un famoso y reconocido artista brasileño. Comenzó a pintar al tiempo que estudiaba arquitectura en la Universidad. Al terminar sus estudios, recibió clases de escultura y fotografía en Sao Paulo, su ciudad natal, y decidió ampliar horizontes y empaparse de otros estilos para completar su formación artística viajando por Europa y Estados Unidos durante los años 90.
Fábio confiesa que disfruta con su trabajo tanto con la acuarela como con los acrílicos, pues ambas técnicas están relacionadas con el agua. Sus acuarelas florales son muy personales y han sido reconocidas internacionalmente en exposiciones y colecciones privadas.
Fábio nos explica por qué razón la acuarela es su medio preferido de expresión: ”La acuarela se adapta mejor a mi personalidad, ya que me permite pintar con rapidez. La fluidez del medio proporciona una sensación inesperada en la mezcla de colores (…) y permito que pase lo impredecible en el resto del papel”.
Fábio sabe crear, con maestría, formas y efectos difusos que otorgan a su obra un carácter muy personal. Sabe cómo conseguir el contraste entre luces y sombras al tiempo que el contorno de la flora o el paisaje que representa resulte vaporoso, pero seguro.
Cembranelli enseña sus técnicas en su estudio, en galerías de arte, así como en talleres de pintura en Brasil y en el extranjero. En la actualidad, su trabajo se centra en pintar al aire libre, observando y estudiando la naturaleza de primera mano en lugares que le inspiran. También ha experimentado en su obra con la combinación de la pintura con el arte de la fotografía consiguiendo resultados sorprendentes y muy llamativos.
Asimismo, es colaborador habitual en varias revistas de pintura y trabaja como ilustrador para algunas publicaciones en América del Sur.
Después de conocer la obra de Cembranelli, he de reconocer que me encantaría disfrutar de una de sus luminosas acuarelas o acrílicos nada más abrir los ojos de buena mañana, tal y como disfrutaría, si pudiera, de unas atractivas vistas en caso que mi dormitorio tuviera un ventanal o terraza encarados a un hermoso jardín.