¿Por qué las farmacias tienen que ser blancas inmaculadas? ¿Por qué los suelos tienen que ser aburridos? ¿Por qué no utilizar la cálida madera? En la Farmacia Fontcuberta encontramos la respuesta a estas tres preguntas. Su propietaria se imaginó un espacio diferente, cálido y con personalidad propia y así fue como se proyectó esta reforma.
Desde el inicio del proyecto se buscó la personalización y para ello se escogieron muebles acabados en madera y blanco, combinando las traseras con los módulos bajos, mostradores y revestimientos. Además, se diseñaron los mostradores con la premisa que uno de ellos fuera móvil (la lámpara, como yo lo llamo) y así poder colocarlo en cualquier lugar de la tienda para promociones, eventos, etc.
Para el suelo, se escogió un pavimento de microcemento con el color de la marca, un color azul muy mediterráneo y sugerente. Los mostradores se iluminaron desde dentro con leds y se creó un espacio de atención personalizada en forma curvilínea también iluminado.
Colores y materiales muy personales para romper con estereotipos. Las farmacias también pueden ser personalizadas, cálidas y diferentes.