En esta ocasión, mi interés artístico se dirige hacia el pintor ruso Gleb Goloubetski y tras admirar sus trabajos, me he sentido inclinada a compartirlos en la red con vosotros. Espero que os gusten tanto como a mí y que disfrutéis de ellos.
Gleb Goloubetski nació en Omsk en la antigua Unión Soviética en 1975. Desde muy joven mostró un notable talento para las artes plásticas.
Su padre, que también gozaba del reconocimiento de los críticos, fue quien le inculcó el amor por la pintura y dirigió sus primeros pasos.
Su trabajo llamó mucho la atención en la Academia de Artes de San Petersburgo, con la que hoy en día sigue manteniendo una estrecha relación.
La inspiración de Gleb proviene principalmente de la arquitectura y la geografía europeas; siente debilidad por el Reino Unido, el Mediterráneo y el Lejano Oriente. Viaja con frecuencia en busca de imágenes para pintar y, cuando encuentra una visión que le inspira, se sienta y absorbe lo que ha visto durante algún tiempo, prestando especial atención a cómo las condiciones de luz natural del día influyen en su perspectiva y se traducen en su respuesta emocional en el lienzo.
Personalmente, me quedo con las pinturas en las que el efecto de los rayos del sol está presente e ilumina la escena deslumbrando la imagen. Me da la impresión de que es el espectador quien se encargua de completar con su imaginación los detalles de la pintura .
Después de conocer la obra de Goloubetski, ¿no os apetece ahora hacer una escapada a una de estas ciudades y recorrer sus calles y canales?