El concepto de “paisaje industrial” aglomera y da sentido a diversos acontecimientos que aislados carecerían de valor (Bergeron y Dorel-Ferré, 1996; Álvarez, 2007): las distintas construcciones y formaciones artificiales de un territorio, la interacción de los hechos técnicos con los elementos naturales,… todo esto hace que estos paisajes se impregnen de la memoria del trabajo y la historia de la sociedad industrial que también han de preservarse como legado cultural.
La protección de los paisajes industriales tiene que abordar necesariamente tres aspectos diferentes: el ambiental, el específico de los espacios y construcciones, es decir las obras de arquitectura, urbanismo e ingeniería, sus componentes y sus relaciones dinámicas con el entorno y lo que puede suponer más control en la conducta social, en su uso y manipulación.
Holmens Bruk es un claro ejemplo de paisaje industrial, llamada la cuna de la industria sueca, se encuentra situada en el centro de la ciudad de Norrköping, hace 400 años que las primeras fabricas empezaron a adueñarse las orillas y terraplenes del río Ström-Motala (ström significa «corriente» o «flujo» en sueco), aprovechando sus rápidos y caídas de agua dando energía para la producción de telas, armas, papel y otros productos básicos.
Años más tarde la industria textil, que domino la producción de la zona durante el siglo XX, entro en crisis a mediados de 1960, con la consecuente desaparición y deterioro del lugar diez años después.
Con la llegada de la conciencia paisajística y consecuentemente la del paisaje industrial, Holmens Bruk, ha sido calificado como uno de los paisajes industriales más auténticos del norte de Europa y gracias al trabajo de Thorbjön Andersson y de su equipo de trabajo, siendo el equipo de paisajistas más destacado de toda Suecia que ha centrado su trabajo sobretodo en la planificación y el diseño de espacios públicos en las ciudades, gracias a un trabajo respetuoso con la historia del lugar podemos disfrutar de un espacio que se ha transformado y reinventado.
A lo largo del río Ström-Motala se pueden encontrar museos, restaurantes, salas de conciertos, un campus universitario y oficinas en los edificios industriales renovados, además de poder encontrarnos con espacios de importancia social como son las plazas, calles, paseos, muellesy pequeños rincones donde el visitante puede contemplar como el paisaje natural se fusiona con el paisaje industrial respetando la memoria histórica del lugar.