El Hotel Llao-Llao en Bariloche debe su nombre a un hongo que crece en el ñire y el cohiué, dos árboles que se encuentran en la Patagonia. Fue Exequiel Bustillo quien, en 1935, decidió construir un gran hotel en esta zona para atraer a turistas de alto nivel económico al Parque Nacional Nahuel Huapi.
Esta edificación fue diseñada por Alejandro Bustillo y para llevarla a cabo se talaron más de cinco mil árboles, lo que supuso un fuerte impacto ambiental en una zona boscosa. En la actualidad, este enclave es famoso por sus verdes praderas.
El hotel fue construido enteramente en madera y piedra, con tejas de alerce en sus techos.
Uno de los mayores atractivos con los que cuenta este establecimiento hotelero son las excepcionales vistas de su entorno, las cuales se han aprovechado al máximo gracias a los numerosos balcones, terrazas, y ventanas de los que dispone el edificio tanto en las habitaciones de los huéspedes como en las zonas comunes.
En la actualidad el Llao-Llao cuenta con numerosos servicios que los clientes pueden disfrutar: spa, piscina climatizada, gimnasio, además de un espectacular campo de golf de dieciocho hoyos y un puerto deportivo a orillas del lago.
El gran salón del vestíbulo del Llao-Llao está decorado al estilo de un pabellón de caza, con enormes chimeneas, arañas de cuernos y la tapicería de cuero. Al lado del vestíbulo, el jardín de invierno es el lugar perfecto para disfrutar de un té por la tarde o un aperitivo mientras se contempla la puesta de sol. El restaurante principal se divide en dos niveles. En la planta principal, Café Patagonia ofrece un menú a la carta en un ambiente informal, mientras que en la planta baja, Los Césares sirve cocina regional e internacional en un ambiente refinado.
¿Preparas las maletas y nos vamos a Bariloche? Tú decides en qué época del año disfrutamos de una aventura inolvidable.