Las instalaciones suspendidas de Janet Echelman remodelan el espacio aéreo urbano con redes, creando esculturas en movimiento que responden a las fuerzas ambientales como el viento, el agua y la luz solar.
Echelman toma un material bastante sencillo, cuerdas hechas de fibra de poliéster y las alumbra con luces de colores para darle vida a sus esculturas, mostrando la existencia simultanea de la luz y la arquitectura.
Los inicios de esta artista norteamericana pasaron por la pintura y la caligrafía china en el año 1987, años más tarde se mudó a Indonesia, donde aprendió, bajo las enseñanzas de los artesanos, a combinar métodos textiles tradicionales con pintura contemporánea. A finales de 1990 viajó a Mahabalipuram, un pueblo de pescadores de la India famoso por la escultura local, donde obseva la rutina de los pescadores e «imaginó un nuevo tipo de escultura, una forma volumétrica que podría ser la escala de un gran edificio, pero siguen siendo lo suficientemente ligero como para ondear en el viento, en constante remodelación de la red y la creación de patrones en constante cambio».
Janet Echelman favorece el arte público como una forma de acercamiento a una disciplina más flexible y de conjunto, pues colabora con una serie de profesionales, entre ingenieros aeronáuticos y mecánicos, arquitectos, diseñadores de iluminación y paisajistas para llevar a cabo estas esculturas con redes.
La artista está llevando a cabo su pieza más grande, una escultura de 213 metros de largo, que se suspende sobre Vancouver,con motivo del 30.º aniversario de la Conferencia TED el próximo mes de marzo. Este proyecto se realiza en colaboración con la Fundación Burrard Artes y está tratando de obtener fondos a través de Kickstarter.
Ha cautivado a miles de personas con sus instalaciones de arte público que asombran e inspiran, en San Francisco, Nueva York, Amsterdam, Sydney, la India y Portugal. Las esculturas urbanas de Echelman abarcan todo el volumen de edificios altos, pero flotan con la ligereza de las nubes.
Las redes adoptan las formas del viento, son en apariencia voluminosas y el aire las aviva sin formar materia.