Jennifer McCurdy es una reconocida escultora de vasijas de porcelana fina con formas intrincadas. Reside en la idílica isla de Massachusetts, Martha’s Vineyard, donde trabaja y obtiene la inspiración necesaria para diseñar sus extraordinarias piezas a imitación de elementos que encuentra en los alrededores del lugar donde vive.
Sus creaciones, a pesar de estar realizadas con los materiales cerámicos más resistentes, nos transmiten la ilusión de ser de ser tan delicadas y efímeras como un copo de nieve.
Para Jennifer McCurdy, la complejidad estructural de los modelos que recrea es el factor que principalmente captura su atención. Ella se fija en cada diseño y forma centrándose en qué cuestiones de tensión y de resistencia condensada son necesarias para hacer posible la creación de una pieza. Sus paseos en bicicleta por la isla son la oportunidad que Jennifer tiene para observar las ondas y el juego de luz en el agua, la arquitectura de los corales o de las espinas de pescado que encuentra por la orilla.
McCurdy, que ha estado más de treinta años depurando su arte, afirma que, en sus diseños, siempre incorpora lo que ve alrededor y comprueba los límites para descubrir hasta dónde puede llegar: cuánta arcilla puede desechar al esculpir y cuánta conservar para que la integridad estructural de la pieza no se pierda; qué grosor puede dar a su vasija para que no se fracture al soportar elevadas temperaturas en el horno de cocción.
El resultado de este laborioso y paciente trabajo son piezas artesanales delicadas, sorprendentes, casi vivas, cargadas de luz y movimiento, tanto que ,a veces, pueden causar la impresión de que estamos sujetando entre nuestras manos una ola del mar o que hemos atrapado un rayo de sol entre los dedos.