En Kikekeller todo es posible. De día es un showroom de piezas únicas y de noche se transforma en un escenario donde se puede disfrutar del arte, la música y la gastronomía en este espacio tan singular.
El proyecto nace de un antiguo taller de costura reformado en el que Kike y Celia (los Keller) experimentan con técnicas, materiales y texturas. Después de trabajar en atrezo para cine y eventos para hoteles, buscaban un espacio donde experimentar, dando lugar a interesantes piezas de mobiliario, que, en sus propias palabras, no buscan tanto provocar como sorprender.
Lámparas de hormigón o fabricadas a base de coladores, sillas de piel y forja, sillones de andamio y alpaca, piezas de tiovivo de los años cincuenta restauradas por ellos, o revisteros con ruedas de monopatín son algunas de las piezas que podrás encontrar.
Además de las propias piezas de Kikekeller, también apuestan por nuevos diseñadores, que tienen la oportunidad de exhibir y poner a la venta sus prototipos.
Situado en la Corredera Baja de San Pablo 17 en Madrid, antes en la calle Narváez, se trasladan en el 2008 a este antiguo taller de costura que ellos mismos reformaron.
Los muebles, los objetos y las fiestas se hacen a medida para que todo aquel que se aventure a entrar pueda llevarse parte de su esencia. Su atmósfera surrealista atrapa al coleccionista, al artista consagrado, a la joven promesa y a la gente guapa que se mueve como pez en el agua entre el tintineo de las luces, la buena música y el cristal de las copas.
El resultado es una tienda-galería cambiante donde todo amante del diseño industrial podría perderse durante largo rato, tomar una bebida contemplando los miles de detalles que aguardan en su interior.
Una tienda-galería-bar para perderse de la rutina.