Esta magnífica residencia, la antigua casa del guarda de una vieja mansión art decó, está situada en la cima de una colina en la urbanización Indooroopilly en Brisbane. No me ha extrañado nada saber que sus nuevos propietarios, Megan y Rob Glore, se enamoraron de ella nada más verla, pues a mí me ha sucedido lo mismo.
Los Glore encargaron a Melinda Boundy y Natalee Bowen del estudio Lily G su reforma y decoración.
El resultado de su trabajo fue espectacular. Las diseñadoras decidieron situar la sala de estar al lado de la cocina como si fuera una transición entre la zona exterior y los espacios formales que además aparecen enlazados con la mezcla de colores que se ha utilizado: verde, azul y tonos neutros. Se trata de un lugar acogedor y tranquilo para ver la televisión y charlar distendidamente.
El otro gran cambio en la vivienda fue actualizar todos los acabados que incluyen la colocación de un suelo flotante de madera de roble americano en lugar de conservar los antiguos suelos irregulares y con azulejos.
La vieja cocina también fue demolida con el fin de dar cabida a un nuevo mobiliario blanco con tiradores tradicionales. Asimismo, las paredes se alicataron con azulejos blancos combinados con una encimera del mismo color de mármol de Carrara, que también se empleó en los baños.
La residencia, además, dispone de un comedor y sala de estar al aire libre que son la «joya de la corona» para sus propietarios, quienes pasan gran parte de su tiempo libre en ellas, ya que la climatología de la zona lo permite. La combinación de colores que aquí se empleó fue la favorita de Megan –verde y blanco– que fue utilizada tanto para los textiles lisos y estampados como para el mobiliario de mimbre laqueado en blanco.
Sin embargo, en invierno, los Glore prefieren disfrutar de la sala de estar interior de la casa que dispone de una cálida chimenea. Para ella, se eligió una mezcla de lino en tonos azules y madera natural que la hace muy acogedora y elegante.
Después de ver las imágenes, coincido con los dueños de la vivienda en su deseo por disfrutar de su casa el mayor tiempo posible, ya que han tenido el acierto de reformar una vivienda antigua y convertirla en un espacio renovado muy personal y acogedor.