Recuerdo aún cuando en la carrera, los profesores nos proponían diseñar en base a un sentimiento, un adjetivo, una idea fuente…
Y aunque a día de hoy todo diseño “supuestamente” tiene su sentido, en la mayoría de las veces muchos de ellos se hacen o resultan inexplicables para el receptor del mensaje.
De ahí a que me haya atraído tanto la procedencia de la creación de “La bipolar”, una mesa de diseño que hace honores a su nombre y que por supuesto parte de una idea desarrollada en base a su significado.
La bipolaridad es una condición en la cual la gente cambia de humor entre periodos de alegría e irritabilidad y/o depresión.
Inspirado en este desorden, el Estudio Víctor Alemán ha creado esta mesa que cambia su apariencia a través de un truco visual simple, variando la percepción del objeto con tan solo verla desde distintos ángulos.
Dejando pasar la luz a través de su estructura, crea con ello un juego de sombras que hacen ver al objeto de un aspecto cuando su realidad física resulta ser otra.
Ligera y firme, resistente y frágil, adjetivos contrapuestos entre sí para definir un sólo objeto, que será lo que tu quieras ver en él y se mostrará como él quiera ante ti.
No es la primera vez que me llama la atención un diseño de estas características.
Me gusta ver como un objeto cotidiano pasa a formar parte como elemento escultórico en cualquier espacio, haciéndose y convirtiéndose en el centro de todas las miradas, intrigante en su forma y resistencia.
A mí me parece una pieza genial que juega y vacila al espectador con su nombre e intención, ¿no creéis?