Alyssa Monks nació en New Jersey en 1977. Desde bien niña demostró que poseía un gran talento para la pintura y fue por esa razón que sus padres se preocuparon por que desarrollara plenamente sus aptitudes artísticas.
Se licenció en la Universidad de Boston y desde allí fue a estudiar pintura a Florencia en “Lorenzo de Medici ”. En 2001 consiguió su MFA en la Academia de Arte de New York. Desde entonces no ha dejado de impartir clases y dar conferencias en universidades e instituciones de los Estados Unidos.
Su obra está representada en colecciones públicas y privadas de todo el mundo, incluyendo el Savannah College of Arts, La Asociación de Arte de Somerset y las colecciones de Howard Tullman, Danielle Steele y Eric Fischl. Ha sido galardonada en tres ocasines con la beca de Pintura de la Fundación Elizabeth Greenshields y es miembro de la Academia de la Junta de Síndicos de Arte de New York , ciudad en la que actualmente reside y trabaja.
Su pintura se caracteriza por su logrado hiperrealismo, con el que trata de imitar el vidrio, el vapor, la tierra, la niebla, la lluvia, el agua o la piel. No es de extrañar que muchos de los asistentes a sus exposiciones duden de si, lo que tienen ante sus ojos, realmente se trata de una pintura o de una fotografía. Con frecuencia, solamente, al admirar de cerca sus composiciones, el espectador sale de dudas tras descubrir perfectamente las propiedades físicas de la pintura al óleo.
Según la artista declaró en una entrevista, su objetivo es generar una conexión entre la experiencia humana que se percibe en la obra y la particular del espectador, de manera que este llegue a sentir íntimamente el tema plasmado en el lienzo. Asimismo, aspira a que cada gesto y sentimiento reflejado con su pincel sea como un fósil grabado sobre una superficie pintada.