Esta casa con tanta historia, en un lugar privilegiado, un entorno natural junto a un lago, es un sitio perfecto para vivir relajadamente con la familia.

Proyectos como estos son los que motivan y sacan toda la creatividad de un arquitecto.

Henri Cleinge es el autor de la rehabilitación de esta casa de 200 años de antigüedad, además de su ampliación de nueva construcción y estilo contemporáneo.

Tratándose de lugares antiguos, siempre he pensado que no es fácil conseguir un resultado actual sin perder la historia del lugar. Pero si se consigue, tendremos un hogar con tanto carácter que no querríamos vivir en otro sitio. Es el caso de esta casa.

Está pensada para que vivan tres generaciones, los abuelos y los nietos en la construcción antigua y los padres en la ampliación.

Los materiales juegan un papel importante para el arquitecto, de esta forma, la madera, la piedra natural y la luz inundan toda la vivienda.

La construcción nueva, de estilo contemporáneo se ha edificado junto a la casa antigua y se comunica con ésta mediante un pasillo.