Con la llegada de las bajas temperaturas nos volvemos más caseros y deseamos llegar a casa para refugiarnos del frío y el viento. Entre los diferentes complementos decorativos que nos pueden ayudar a incrementar la sensación de calor y confort en nuestro hogar, existe uno que es el elemento estrella: las chimeneas.
Las podemos encontrar de diferentes tipos y materiales, ya que se han desarrollado infinidad de diseños, ofreciendo una amplia gama de posibilidades y permitiéndonos seleccionar la que mejor se adapte a las condiciones de nuestra casa y necesidades.
Hoy en día tenemos múltiples opciones para utilizar la chimenea no solo como forma de calentar nuestro hogar, sino como elemento decorativo que separe el espacio y le dé carácter a nuestra casa.
La idea de utilizar una chimenea como divisor de espacios requiere normalmente integrarla en una estructura hecha a medida. Este tipo de estructuras se realizan normalmente en pladur y se forran interiormente con material antiinflamable y exteriormente, con todo tipo de materiales (piedra o gres porcelánico, pintura, laminados de madera, papel pintado, etc) para darles el toque estético. No obstante, gracias a las actuales chimeneas de bioetanol, que pueden colocarse en cualquier lugar y no necesitan tiro, pues su fuego no es el habitual (no produce humo ni chispas), puedes plantearte el colocar una chimenea para dividir las zonas en casa y sustituir los tabiques.
Ideales para separar el comedor de la zona de estar, para dividir un salón de un dormitorio, marcar un pasillo o una zona de entrada… Son perfectas para pisos pequeños (donde deben limitarse los tabiques clásicos para evitar agobios) o en pisos muy alargados en los que una chimenea situada en la zona central, dejando el paso a los lados, ayuda a mitigar ese efecto longitudinal y a marcar zonas sin perder la percepción de espacio visual.
¡Son una opción perfecta para separar ambientes!
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