La Lounge Chair es uno de los diseños más conocidos de Charles y Ray Eames . Fue creado en 1956 y, con el paso del tiempo, se ha convertido en un clásico de la historia del mobiliario moderno. Desde su nacimiento, la Lounge Chair aúna, a la perfección, lo último en confort con la máxima calidad en materiales y diseño. Charles y Ray Eames se inspiraron para ello en el tradicional sillón de club inglés y en la forma de abrazar la pelota de un guante de béisbol.
Así, originalmente diseñaron la Lounge Chair con un contrachapado oscuro de tres capas de madera curvada y cuero negro, aunque poco después optaron por una versión con cojines de cuero claro. En la actualidad, son cinco las capas de contrachapado con la cubierta de palisandro.
Desde su presentación, no se ha dejado de fabricar esta silla por Herman Miller en Estados Unidos. En Europa, más tarde, fueron Vitra en cooperación con la empresa de muebles alemana Fritz Becker Kg los que se encargaron de la producción de la silla para el mercado europeo.
Inmediatamente después de su lanzamiento, otras empresas de muebles comenzaron a copiar el diseño de la silla; unos con imitaciones completas y otros con diseños influenciados por el original. No obstante, Herman Miller y Vitra siguen siendo, en la actualidad, las dos únicas empresas autorizadas para comercializar este producto con el etiquetado de Eames adjunto.
La silla con otomana alcanza el precio de 4500$ más o menos en EEUU, dependiendo de la elección de la chapa y el cuero. En Europa, las versiones Vitra son considerablemente más caras, y se ha llegado a pagar por una pieza la nada despreciable cantidad de 8000€ en el modelo clásico de cuero negro. Chequera al margen, no olvides que la decisión de incluir o no la otomana en el conjunto debe estar condicionada, en gran medida, por el uso que desees darle y el lugar donde vaya a estar situada.
A la vista de esta información, está claro que poseer una Lounge Chair de Eames puede considerarse una firme inversión en objeto de lujo. Lo que desconozco es si finalmente, declarar la adquisición de una de estas sillas como un gasto en obra de arte desgrabará en nuestro pago de impuestos, ¿tú que opinas?