Como soy una persona de espíritu inquieto, siempre estoy pensando en nuevos proyectos que llevar a cabo. En esta ocasión he caído en la tentación de cambiar la apariencia del baño y, claro, antes de empezar a formalizar las condiciones de la obra con los profesionales, he decidido sondear el mercado cerámico en busca de novedades.
En un principio, tenía claro que el blanco sería el color base, por aquello de la luminosidad, la sensación de limpieza y frescura que este tono aporta a la estancia.
En segundo lugar, tenía en mente que, con el blanco, me gustaría combinar algún detalle que rompiera la monotonía cromática y aportara el elemento atractivo en la decoración. Originalidad, básicamente.
El tercer requisito se centraba en que la limpieza y el mantenimiento fueran fáciles. No deseo invertir parte de mi tiempo con productos de limpieza que borren las huellas de pisadas en el suelo o restos de cal acumulados en las paredes por las frecuentes duchas.
Pues bien, buscando, buscando, llegó a mis manos el catálogo de Realonda y quedé convencida, por completo, de que esta firma me ofrecía el producto con las características que yo iba buscando: bueno, bonito y nada caro.
Y ahora que ya me he decidido por la firma, me enfrento a un verdadero dilema: no sé qué modelo escoger entre todos los que Realonda fabrica.
Dudo si escoger un azulejo de pasta roja; uno en tonos hidráulicos o uno imitando la piedra. Todos ofrecen varios tonos entre los que elegir; los hay de diferentes tamaños; algunos, incluso, con la forma interlocking para que, al ser colocado, parezca más natural y real y, para rematar del tema, la serie Provenza dispone de más de 100 piezas con diferentes diseños. «En la variedad está el gusto», eso dicen, ¿no?
La decisión no es sencilla y, para mayor complicación, he descubierto que, además, ofrecen al cliente la posibilidad de adquirir el producto en su zona outlet, lo cual supondría un gran respiro para mi encogido presupuesto.
Así que visto lo visto, he tirado de calculadora y he descubierto que mi presupuesto incluso me permite cambiar la decoración de alguna habitación más de la casa, pues con tan solo cubrir con azulejo que imite la piedra o la madera una pared del salón, del vestíbulo o del dormitorio, el aspecto que ahora lucen estos espacios sería más atractivo y personal.
De manera que me tomo la libertad de pedirte opinión sobre qué modelo escojo y así me ayudarás a salir de este mar de dudas. ¿Cuento contigo?