Maximalismo, una tendencia que ha llegado y con intenciones de quedarse por mucho tiempo. Después de que el minimalismo ocupó para mi gusto demasiado tiempo, es un aire fresco por todo lo que puede aportar. Es muy valorado por su sinfín de variaciones donde las reglas a seguir no importan demasiado. Es atrevido y sin complejos.
Si eres valiente seguro que encuentras en el maximalismo tu estilo. Donde la mezcla de estilos, texturas, colores, formas y sobre todo las influencias culturales son su sello de identidad.
Hay que saber cuáles son las claves para asegurarnos el éxito porque recargar al azar no es garantía de conseguir un buen resultado. Antes debemos tener claro en que estilos nos vemos reflejados. Conocer diferentes influencias culturales y saber cuáles son los recursos habituales con los que se identifican, nos puede ayudar. Hay que buscar combinaciones, probar y probar sin complejos donde lo que cuenta es el resultado final.
Si tu estilo se encuentra entre la sencillez y lo recatado creo que seguir esta tendencia no es para ti. Es para lanzados y sin miedo a probar cosas diferentes y atrevidas dónde los colores vivos son predominantes. El exceso, pero con sentido, es su rasgo más fácil de identificar en el maximalismo.
Paredes llenas de lo que quieras, cuadros, telas, molduras, florones, todo vale. Techos con grandes lámparas que puedes acompañar con cornisas o cualquier detalle del conjunto decorativo en escayola. Nunca olvides de mezclar en sofás, camas y alfombras telas de diferentes texturas y con diferentes estampaciones donde no pueden faltar en la combinación en cojines, mantas, cortinas, sillas … Utilizar cualquier articulo nos puede servir para complementar cualquier lugar donde ocupar todo el espacio disponible es fundamental , jarrones, marcos, fotos, cajitas, figuras, pero recordar todo bien mezclado y sin alborotos.