Norman Rockwell fue un ilustrador y pintor norteamericano, célebre por sus imágenes llenas de ironía y humor.
Nació en Nueva York (1984-1978) y desde pequeño ya dio muestras de un gran talento para el dibujo, por ello no resultó extraño que antes de cumplir los 20 años ya supiera que su verdadera vocación sería la ilustración, con la cual dio sus primeros pasos oficialmente en el Saturday Evening Post, una revista de actualidad y sociedad. Norman Rockwell trabajó para esta revista hasta 1963. Sus portadas, anuncios, ilustraciones y demás publicidad han sido repetidas e imitadas hasta la saciedad, como símbolo de ilustrador virtuoso norteamericano: hizo publicidad para McDonald’s o Coca-cola, cereales, chicles, neumáticos, etc.
Rockwell también amplió su obra con pinturas dedicadas a la crítica social o a ensalzar ciertos valores o virtudes del pueblo norteamericano y de la raza humana en general. Algunos de sus trabajos respiraban cierto aire patriótico, valor tenido muy en cuenta entonces debido a la entrada de Estados Unidos en la guerra, como sucede con «La lealtad del Boy Scout», de 1942.
De esta convulsa época destaca su serie de «Libertad«, formada por varios cuadros: «Libertad de la necesidad«, de 1943, que representa a una familia reunida en torno a una mesa el día de Acción de Gracias, «Libertad de expresión», del mismo año, «Libertad del miedo» y por último, «Libertad de culto», considerada por muchos su obra maestra, plena en emoción, detalles y solemnidad.
Su talante sereno y profundamente reflexivo le permitió superar todas sus crisis de autoestima y de autoconfianza, por las que sufría ocasionalmente hondas depresiones con respecto a su arte, pues se sentía incapaz de sentirse ubicado o integrado entre las corrientes artísticas de su tiempo.
A través de sus portadas, numerosas revistas convirtieron las ilustraciones de Norman Rockwell en el álbum familiar de toda una nación, mostrando medio siglo de su historia. Son pequeños flashes de inocencia, decencia, empatía, amor al prójimo, rectitud, amor filial y humanismo tan característicos en la obra de este artista, pequeños momentos cotidianos o grandes eventos, del campo y de la ciudad, protagonistas o secundarios del gran teatro de la vida.
Sus pinturas son cálidas, plácidas incluso cuando tratan temas polémicos como el conflicto interracial.
Su triunfo indiscutible en el mundo de la ilustración está vinculado al género de la portada y del cartel, sin embargo, coincidirás conmigo al pensar que Rockwell no tiene nada que envidiar a los considerados «grandes maestros» de la pintura que cuelgan sus obras en reputados museos.
A continuación, te dejo disfrutando plenamente de parte de su extensa su obra.