El parquet nos ofrece un confort inigualable y es perfecto para dar calidez al hogar ¿Cómo elegir el más adecuado? Hay que tener en cuenta diferentes opciones a la hora de instalar un suelo de madera como, por ejemplo, la calidad de la madera, tono, durabilidad, el sistema de instalación, la luz o la humedad que va a existir en la estancia, el mantenimiento posterior y el tipo de mobiliario que se pretende utilizar.
¿Natural o sintético?¿Qué uso le queremos dar? Ambos tienen ventajas e inconvenientes y todo dependerá de la utilidad y de la instalación.
El parquet natural. Su base es de madera sencilla, con una capa superior de madera noble. Cuanto más gruesa sea la capa noble, mejor es el parqué. Se pueden apreciar los tonos naturales y matices de la madera que son siempre distintos y orgánicos, su tacto agradable y cálido al andar descalzo sobre él y se puede restaurar fácilmente lijando la capa superficial para eliminar el barniz y la suciedad incrustada en el poro. Se puede barnizar de nuevo, pues cuanto más gruesa sea la capa de madera noble, más restauraciones permite. La capa superior es la única que, posteriormente, puede ser lijada o acuchillada.
El parquet sintético, también conocido como laminado, es una base de fibra de madera prensada en alta densidad con un papel decorado en la parte superior imitando la madera y, sobre esta, una capa de resinas para darle dureza así como resistencia al desgaste y, a veces, a las quemaduras. Además, existen algunas marcas resistentes al agua. Estos parquets se clasifican por su dureza (AC2, AC3, AC4, AC5). Se fabrica, tanto en PVC, como en laminado de alta presión. Este último consiste en un compuesto que se obtiene por apilamiento de hojas de papel impregnadas con resinas. El PVC es recomendado para sitios húmedos, debido a su gran resistencia y el laminado se aconseja para estancias de uso muy intenso.
Sus características son: es más económico, más resistente, muy fácil de mantener (solo se tiene que barrer, aspirar o pasar una mopa un poco húmeda); es resistente a la luz solar, muy fácilmente instalable, antialérgico, una imitación del natural, pero el dibujo de su trazo es más repetitivo. Se recomienda para uso industrial o comercial (el tipo AC5).
Respecto a la instalación, puede hablarse de parquet encolado y parquet flotante. El primero es un sistema tradicional de colocación que consiste en encolar cada tablilla de madera al suelo.Su instalación es más lenta y aparatosa, pero el acabado final suele ser de mayor calidad. El parquet flotante es el más conocido y extendido de los tipos de parqué existentes y tiene una gran popularidad como opción económica, fácil de instalar y mantener. Se instala sobre el antiguo pavimento y también se puede instalar sobre suelos con calefacción incorporada.
Sistema mecanización de la lama CLIC frente a Ranura/Lengüeta. El sistema clic es un sistema de mecanizado que permite unir las tablas sin cola acoplándose unas a otras con facilidad. El sistema Ranura/lengüeta implica aplicar cola a lo largo de la lama. Es el tipo de instalación tradicional y más profesional. Casi todos los fabricantes actualmente incorporan sistemas clic en sus parquets.
Otro punto a tener en cuenta es que, con el deterioro, la madera natural se puede pulir y barnizar. El número de pulidos posible dependerá del grosor de la madera, pero el laminado no permite restauración, por lo que, aunque en principio es más resistente, una vez que se estropea, no se puede reparar.
Porcelanosa nos ofrece el parquet cerámico. La combinación de la apariencia de la madera natural, sumada a las prestaciones técnicas que sólo la cerámica es capaz de ofrecer, han hecho de las colecciones de Par-ker® un material imprescindible en espacios con elevado tránsito peatonal como hoteles, centros comerciales, restaurantes o grandes superficies. Permanece inalterable a la luz del sol, sin que se produzcan cambios en el color original de la pieza; por lo que puede emplearse tanto en interiores como en exteriores e, incluso, en el revestimiento de fachadas.
Consejos para elegir el color. Deberemos tener en cuenta las dimensiones de la estancia. Los tonos oscuros o cálidos, como el wengué, el nogal o el roble, tienden a hacer que las grandes estancias parezcan más pequeñas y acogedoras. Y al contrario, si no hay mucho espacio, los colores de suelo más claros y naturales como el beis, el roble claro o el arce le ayudarán a dar sensación de amplitud a una estancia.
En cuanto a la estética, también es crucial la orientación de la habitación y el sol que puede o no darle al pavimento. Evidentemente, los colores claros aportarán más luminosidad a una habitación oscura. En cambio, en espacios luminosos, con grandes ventanales, un suelo de color oscuro e incluso negro, puede añadir un toque impresionante.
Cuidar el medio ambiente. Comprobar que el parquet posee el certificado ecológico de la FSC (Forest Stewardship Council) que certifica que la madera procede de bosques sostenibles. En Europa también existe la certificación PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification).
Imágenes vía: Meister Werke, Porcelanosa