El salón es uno de los lugares donde más tiempo pasamos en nuestro hogar, además de ser una de las estancias donde solemos estar más cómodos y relajados, por lo tanto escoger el color para pintar el salón es una decisión que va más allá de cuestiones puramente decorativas, no solo debe gustarnos y combinar con el estilo de los muebles, lo más importante es que ese color transmita buenas sensaciones y nos ayude a sentirnos a gusto.
La luz es un factor importante a tener en cuenta por el efecto que causa y cómo se refleja sobre las paredes. Los tonos más claros reflejan la luz y acercan los espacios. Los tonos oscuros producen el efecto inverso, creando profundidades y contrastes.
Es importante escoger la tipo adecuado de pintura. Aportará el acabado deseado: brillante, satinado o mate, que puede venir determinado por la orientación de la estancia y la luz natural de la misma. También podemos optar por texturas decorativas.
Cuanto más neutros sean todos los elementos, más libertad de elección tendremos para elegir el color y la textura de las paredes. En un salón pequeño y poco luminoso lo más razonable es que utilices un color que compense estas deficiencias: claro, luminoso y brillante.
Si te van los tonos neutros, el blanco roto es el color «estrella» en sus infinitos matices: huevo, seda, lino, almendra… Todos los blancos y las variedades con algo más de color, como el beige, son muy fáciles de usar.
Su éxito es seguro y sus ventajas son muchas: crean ambientes serenos y apacibles, son muy fáciles de combinar con cualquier tipo de muebles u otros colores y también son muy luminosos porque reflejan la luz que reciben. Además, aligeran los muebles de madera oscura y aportan aún mayor frescura a los decapados.
Si tu salón es un poco oscuro, ni lo dudes: el blanco es tu color y ninguno como él para compensar la falta de claridad. Resulta una base decorativa muy versátil. Te dará gran libertad a la hora de mezclar muebles con diferentes estilos decorativos o, si quieres, utilizar piezas o telas con mucha personalidad.
Si apuestas por el color, utiliza tonos cálidos en sus variedades más suaves (cremas, arenas, piedras, tierras). Si tuviera que aplicar un solo adjetivo a este tipo de colores sería el de «influenciables», es decir, que estos colores son un «reflejo» de lo que les rodea; de la luz que reciben, del tipo de telas, de los muebles, etc. Tienen muchas ventajas: consiguen ambientes envolventes y acogedores, de ahí que se les llame tonos cálidos. Son colores ricos en matices y es difícil que puedas llegar a cansarte.
¡Ojo con las telas! Influyen mucho en estos tonos cálidos. Por ejemplo, los textiles frescos como el algodón o el lino hacen que el ambiente del salón parezca más informal y distendido. Por el contrario, las telas con texturas más abrigadas, como el terciopelo o la lana, consiguen que tu salón parezca más sofisticado.
Si te apetece utilizar un complemento con color puedes hacerlo, pero dentro de la gama del tono elegido, por ejemplo, los tonos grisáceos (azul grisáceo, verde grisáceo, berenjena…) encajan sin ningún problema.
Admiten bien los estampados pero siempre en el mismo color de las paredes o en colores neutros. Te aconsejo que evites utilizar una tela con un estampado en un color distinto al de la pintura si ya existe color en las paredes: es muy complicado acertar.
Como toque final, destaca algún elemento con un color más oscuro o aplica una textura distinta a una determinada pared. La intención, además de aportar mayor viveza e interés decorativo, es que estos cambios de color o de textura te ayuden a diferenciar los distintos ambientes dentro del conjunto del salón.
La última tendencia en pintura decorativa son los colores metalizados, que irrumpen con fuerza este otoño. Las paletas de color en dorados, plateados, cobrizos, grises y beiges nacarados son lo más chic en materia de decoración de interiores. Los diseñadores apuestan por estas tonalidades porque exaltan la modernidad en espacios donde prevalece la tecnología, aportando un aire industrial. La pintura metalizada es tendencia vanguardista en decoración.
¿Ya te has decidido por la paleta de colores que vas a utilizar para pintar el salón?.