Siempre que hace un poco de calor, todos deseamos pasar más tiempo al aire libre y disfrutar de un poco de brisa y de buenas vistas o, ¿por qué no entretener la mirada viendo qué hace la gente a nuestro alrededor? En mi caso soy más de libros o manualidades y he de confesar que si puedo disfrutar de una buena lectura, me pierden las hamacas. Solo de pensar en ellas, me siento relajada al instante.

Creo que en la cultura occidental no son muy habituales en la vida cotidiana y tal vez esa sea una de las razones por las que nos resultan tan exóticas y atractivas cuando tenemos a nuestro alcance una y disponemos de tiempo suficiente para disfrutarla.

La colección que te presento muestra diferentes hamacas con estilos, tamaños y materiales diversos que se pueden adaptar a todos los espacios y preferencias. Si tienes un jardín, un porche o balcón o un espacio al aire libre con buenas vistas, no dudes en conseguir una hamaca y colocarla en él. Seguro que se convertirá en objeto de deseo para más de uno de la casa y es posible que incluso tengáis que echar a suertes quién es el afortunado que hará la siesta en ella.

Todavía hoy existe quien piensa que una hamaca solo se puede disfrutar al aire libre, pero esto no es así. En la actualidad,  podemos encontrar en el mercado hamacas más pequeñas que se  colocan en el balcón o en una habitación. Todo lo que se necesita es tener tela o una malla resistente y cuerda con que colgarla.

Intenta que el color de la hamaca coincida con la decoración del entorno; te recomiendo los colores sólidos o telas a rayas para un resultado más colorido y, si deseas aún mayor comodidad, no olvides añadir también unos cojines.

¿Qué te ha parecido mi sugerencia? ¿Caemos en esta cómoda tentación?