Esta tradicional y preciosa casa nórdica se encuentra en Suecia, rodeada de vegetación y próxima al mar. Con tan solo 60 m², está dividida en dos plantas: en la primera encontramos la cocina, comedor y salón y en la segunda el dormitorio y baño.
En la entrada encontramos un luminoso recibidor donde quitarse los zapatos y colgar el abrigo.
La sala de estar está decorada con objetos reciclados (un tocón de árbol que sirve de base a una lámpara de mesa) y materiales naturales como el mimbre.
La originaria cocina se ha mantenido intacta donde encontramos una estufa de leña, horno de pan y una mesa de granja que es perfecta para un desayuno familiar.
En la decoración predomina la madera tanto en el pavimento como en los revestimientos.
La casa está repleta de objetos vintage: muebles reciclados o heredados, piezas sueltas de cerámica, textiles de algodón, ganchillo y chenillas en blanco, rayas y motivos florales.
Las paredes blancas, los techos altos con vigas a la vista y los materiales naturales consiguen crear espacios luminosos, cálidos y confortables.
En la zona exterior de la casa hay un gran jardín en el que crecen manzanos, ciruelos, cerezos, frambuesas y grosellas.
Es una vivienda sin grandes lujos, pero llena de encanto donde² la tranquilidad es su principal prioridad.
Imágenes vía: Hungarian provence, Keltainen talo rannalla