Marcas de clavos, roces, pequeñas grietas, golpes… nuestras paredes «sufren» mucho a lo largo de su vida y por el uso pueden ofrecer un aspecto descuidado. La pintura es el mejor lavado de cara para las paredes pero antes tienes que eliminar esos pequeños desperfectos para que el resultado sea el mejor posible.
Insistimos mucho en ello pero muchas veces del mejor resultado a la hora de enfrentarse a trabajos de pintura y decoración en casa depende también una buena preparación. El uso y los pequeños «accidentes» domésticos como roces, golpes, marcas o agujeros de clavos o chinchetas deben desaparecer antes de pintar. Para ello en Pinturae te recomendamos que elijas productos y herramientas adecuadas y de calidad: un plaste en polvo (que tendrás que preparar previamente con agua según las instrucciones que aparecen en el producto) o si lo prefieres, una masilla ya lista para su uso.
Una vez que tengas el producto, toma una pequeña cantidad y con una espátula, o bien una llana, ve alisando poco a poco, rellenando las grietas y golpes, arrastrando una vez aplicada la herramienta para que quede lo más liso posible. Procura aplicar pequeñas cantidades y alisar a cada pasada para que la superficie no presente relieves.
Estos productos están especialmente formulados para eliminar irregularidades, nivelar y conseguir acabados lisos de gran calidad en superficies como yeso, placas de escayola, cementos, tabique prefabricado, panel seco, revoques y enfoscados, gotelé o superficies tratadas con fibra de vidrio. Su especial textura permite una aplicación tanto manual como mecánica. Si tienes dudas, consúltanos.
A continuación deja secar el producto. No tengas prisa. Hay que esperar alrededor de cuatro horas pero, si lo dejas para el día siguiente, te asegurarás que el proceso ha concluido totalmente. A continuación con una lija elimina todas las imperfecciones que pudieran quedar y quita todo el polvo con un paño.
¡Ya tienes la pared como nueva para aplicar el color que más te guste!