A medida que el verano se acerca, los planes que tengo para disfrutar de las vacaciones van tomando forma.
Me encantaría disfrutar de unos días de descanso y paz en una residencia en el Mediterráneo como la que os voy a mostrar a través de varias imágenes. Se trata de una villa cercana a la playa cuyo propietario, el anticuario Richard Saphiro, ha sabido decorar con acierto y gran gusto.
El resultado es personal y refinado y pone de manifiesto la actividad profesional de su propietario, el cual ha sabido rodearse con acierto de algunas piezas valiosas que aportan carácter y distinción a su hogar.
Las baldosas con motivos árabes diseñados en zigzag se han instalado en el patio, donde también se ha colocado una fuente que nos recuerda un jardín árabe en el que el agua es un elemento imprescindible y característico. Este espacio lleno de naturaleza se integra perfectamente con el entorno y lo convierte en una parte más de la playa que lo rodea.
La escalera es otro elemento más que pone de manifiesto la belleza y elegancia de esta casa. Los pasamanos son de color gris y por su diseño y color suponen un contraste directo con el color de las paredes y el suelo. Las vigas en el techo y debajo de la escalera muestran un aspecto viejo y robusto que proporciona un contraste interesante con el resto de elementos.
La propiedad está equipada con chimeneas suficientes, una en la terraza y otra en la sala de estar que permiten disfrutar de la casa en otras épocas del año no tan cálidas. Las enormes ventanas de toda la casa ofrecen una vista impresionante del mar al tiempo que permiten iluminar las estancias con luz natural durante todo el día.
Hemos de reconocer el acierto que Saphiro ha tenido al decorar esta vivienda tras muchos meses de construcción, creando una casa de ensueño con opción a comprarla o visitarla.