El polifacético Andrew Myers nos sorprende con esta nueva técnica basada en el relieve de miles de tornillos introducidos a diferentes profundidades, consiguiendo un efecto mágico en 3d.
Sobre una base de contrachapado perforado, el artista atornilla pacientemente cada una de las piezas metálicas, calculando la profundidad idónea para la dimensión deseada y pintando posteriormente las cabezas de cada tornillo de forma individual, hasta lograr el aspecto de un auténtico retrato.