Ron Isaacs, un artista norteamericano, crea sus composiciones de moda a partir de capas de contrachapado de abedul finlandés sobre las que pinta, a modo de trampantojo, con pintura acrílica. Su obra tridimensional recuerda las obras maestras de la pintura holandesa de género del siglo XVII; sin embargo, a diferencia de los pintores europeos, Isaacs monta sus trabajos exclusivamente por métodos aditivos que, a veces, pueden requerir varios cientos de piezas de madera.
Asimismo, es tal su meticulosidad que el espectador deberá prestar mucha atención para no pasar por alto los delicados detalles de las hojas que brotan de la ropa o de la superficie cubierta por ramas y corteza.
Desde el punto de vista del significado de la obra de Isaacs, cada pieza combina tres elementos recurrentes que se encuentran en la mayor parte de ella: ropa vintage, materiales vegetales y objetos encontrados. El mismo Isaacs nos justifica la presencia de estos elementos: “La ropa vintage la utilizo como símbolo del camino que sigue la vida desde el pasado al presente y por la relación antropomórfica que se establece como sustituto de la forma humana; los materiales vegetales y los objetos encontrados, por sus texturas y por sus variados colores y formas. De esta manera, la composición final de la obra se transforma en un poema visual”.
En sus trabajos, Isaacs invita al espectador a imaginar cómo sería el usuario de ese vestuario mientras parece que cada prenda esté mecida por una suave brisa que la va convirtiendo paulatinamente en un elemento natural.
En cierta manera, se asemeja a un proceso de metamorfosis detenido en el tiempo por un instante, justo lo que tarda el espectador en admirar la obra. Expirado ese instante, el proceso continúa.
Tampoco nos debemos sorprender si, en ocasiones, descubrimos objetos similares en otros contextos, pues esto responde a la concesión de un nuevo significado, tal y como si se tratara de una compañía de actores en la que cada uno de ellos pueden interpretar distintos papeles en diferentes obras de teatro.
Espero que la obra de este original artista haya despertado en ti el gusto por el estilo vintage, no solo en decoración, sino también en otros ámbitos.
Después de ver las imágenes,¿sigues creyendo aún que estas esculturas no están hechas con madera? No olvides que son trampantojos que pretenden engañar nuestro sentido de la vista.