El escandinavo considera que el sol es la vida; anhela la primavera en una lucha continua contra la oscuridad y en cuanto puede se sumerge en la frescura de la naturaleza y el silencio del bosque, que le aportan equilibrio y serenidad ante la severidad del clima. Este temperamento se manifiesta en su día a día, en su cine, en su música… y cada espacio que habitan refleja ese sentido soñador y aventurero que puebla sus raíces.
Los salones de estilo nórdico mantienen un denominador común: Luz natural matizada por una iluminación cálida, paramentos en tonos claros, mobiliario esencial de materiales nobles, complementos sobrios y bien distribuidos, textiles coloristas y ligereza en las piezas de almacenaje. Los dioses vikingos parecen seguir marcando el camino !