Tus ojos se quedarán clavados en el techo cuando entres y te será difícil apartar la vista. El efecto que aporta la combinación de escrituras con tiza y las luces de neón resulta espectacular.
La barra y paredes en gris antracita son el telón de fondo perfecto para los estallidos de color que aportan las barras de luz. Se completan con el gris claro de los sofás, sillas, mesa o suelos y con todos los objetos que el dueño del bar ha ido recogiendo en diferentes puntos del planeta.
Me gusta especialmente la combinación de paredes en ladrillo del siglo pasado con las sillas de diseño más actual y las mesas en madera contrachapada con un mapa como tablero superior, exhibiendo más si cabe la pasión de su dueño por viajar.
Lo dicho, si vienes a Rusia… no lo olvides: Nos vemos en el Dolkabar!!!